IDENTIDAD CULTURAL

   

DESCUBRIMIENTO DEL CERRO SECHÍN

Cerro Sechín, también conocido como Sechín de las Estelas o simplemente Sechín, es un yacimiento arqueológico ubicado en la provincia de Casma del departamento de Áncash, en el Perú, a una altitud de 90 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar) y a cinco km de la ciudad de Casma, capital de la provincia, cerca de la confluencia de los ríos Sechín y Casma Fue descubierta por el arqueólogo peruano Julio César Tello en 1937 y desde el año 2019 viene siendo investigado por la arqueóloga peruana Mónica Suárez Ubillus. Se considera que fue la capital de toda una cultura, a la que se denominó Cultura Sechín Es de finales del arcaico tardío y de inicios del formativo Inicial. Rasgo distintivo de este monumento es su fachada enchapada con monolitos de caras planas, sobre las que se hallan grabadas figuras en relieve, que en conjunto parecen escenificar sacrificios humanos.


INTERPRETACIÓN DE LOS RELIEVES LÍTICOS

Las figuras labradas en las piedras que exornan la fachada del monumento han tenido diversas interpretaciones. Para su descubridor, Julio C. Tello, son escenas de batallas, labradas en conmemoración de una gran victoria obtenida en aquel lugar, tesis que defendió también Arturo Jiménez Borja. Otra teoría es que el sitio era un laboratorio de altos estudios anatómicos, lo que explicaría la exposición explícita de diversos partes del cuerpo humano, como vísceras y huesos. Una posición marxista ha sostenido que es la representación de una rebelión popular aplastada sangrientamente por la élite gobernante. Para Federico Kauffman Doig se trataría de una escenificación de sacrificios humanos, en el marco de un culto propiciatorio del sustento, para contrarrestar las hambrunas causadas por sequías u otros embates de la naturaleza.



Esculturas

Las esculturas fueron hechas utilizando barro y piedra con una especial habilidad y arte. Alisaban una de sus caras y usaban carbón para dibujar el motivo para tallar. Luego usaban una técnica conocida como abrasión, que consiste en frotar los trazos con otra piedra más dura, usada como cincel, hasta obtener hendiduras profundas y uniformes, logrando los grabados.

Lograron fachadas enchapadas con monolitos de caras planas, con grabados de figuras en relieve. A la fecha, se han descubierto 326 tallas. Se estima que en el sector del muro sur (que falta ser excavado) existan varios monolitos enterrados. Se encontraron guerreros y sacerdotes dibujados con la cabeza, piernas y brazos de perfil, con el tronco y la pelvis de frente. Sosteniendo un arma o un cetro en la mano.








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